sábado, 7 de noviembre de 2015

Las formas del relieve marino.



La plataforma continental.
Es una llanura inclinada que se extiende por el borde de los continentes sin superar los 200 metros de profundidad. Su amplitud desde la costa es variable, pudiendo alcanzar desde unos pocos de metros hasta cientos de kilómetros. 

Plataforma continental en Nicaragua. 

Es la continuación submarina de los continentes, y en ella abunda la vida vegetal y animal, por lo que es de gran importancia económica. 

Las plataformas continentales coloreadas en cian (wikipedia)

El talud continental. 
Es un abrupto escalón que une la plataforma continental con las llanuras abisales. Se ubica entre los 200 y los 4000 metros por debajo del nivel del mar. Su pendiente media es de 5° a 7° grados, aunque a veces alcanza 25º y en ocasiones rebasa los 50°. En amplitud varía de 8 a 10 km hasta 250-270 km.



En ese fuerte declive podemos encontrar gigantescos cañones submarinos, grandes montañas y profundos valles submarinos.

En el talud continental se producen grandes deslizamientos, ya que su origen está en la acumulación sucesiva de sedimentos procedentes, a veces desde distancias considerables, desde los continentes más cercanos.Las condiciones de vida oceánica se hacen muy difíciles por lo que el volumen de biomasa disminuye.

Llanuras abisales
Al pie del talud continental, y hasta una dorsal o una fosa oceánica, se extienden las llanuras abisales. Situadas a más de 4.000 metros de profundidad, son las principales zonas de sedimentación del planeta, por lo que se encuentran cubiertas por una espesa capa de sedimentos marinos y continentales. 



Las desconocidas e insondables profundidades abisales albergan una curiosa fauna que parece salir de una película de ciencia ficción con una apariencia monstruosa en su mayor parte. Los animales descritos por los científicos son todavía unos auténticos desconocidos en cuanto a su comportamiento y se sospecha que tan solo se ha descubierto una pequeña parte, por lo que cada año se descubren nuevas especies. 




Estos animales son miembros de los mismos grupos que los que encontramos en las capas superiores. Así, hallamos pulpos, calamares, peces, moluscos, equinoides y gusanos. La diferencia es que estas formas abisales han desarrollado sistemas adaptados un entorno en el que reinan presiones de más de 200 atmósferas (> 200 kg/cm2), en oscuridad total y con un margen de temperaturas de -1 a 5 ºC. Puesto que no hay luz por debajo de aproximadamente los 600 metros, la fuente de energía primaria es una lluvia de materia orgánica de las aguas menos profundas, incluyendo cadáveres de peces u otros animales marinos muertos. 



La mayoría de los peces abisales son pequeños y poseen cuerpos blandos y huesos pequeños, debido en parte a la ausencia de calcio, necesario para la formación de espinas, y de vitamina D, necesaria para unos huesos consistentes. Las criaturas abisales tienden a tener bocas grandes, dientes largos y estómagos alargables. Estos peces deben ingerir la comida y tragarla, incluso si es más grande que ellos. Ya que la próxima comida puede tardar en llegar.





Dorsales oceánicas
Son grandes elevaciones submarinas situadas en la parte central de los océanos. Tienen una altura media de 2.000 a 3.000 metros, y poseen un surco central (llamado rift) por donde fluye el magma de manera constante, formando nuevos volcanes y porciones de corteza oceánica.



Esto provoca que a lo largo de millones de años estos océanos vayan creciendo y se expandan, separando a los continentes que se encuentran a ambos lados de los mismos, como sucede con el océano Atlántico, en el que hace 180 millones de años se inició un proceso que está alejando a Europa y África del continente americano. 



Fosas marinas.
Son estrechas y profundas trincheras que suelen encontrarse adosadas a los bordes continentales o junto a arcos de islas volcánicas, especialmente en el Pacífico. La fosa oceánica más profunda es la fosa de las Marianas, con 11 033 metros de profundidad. Aunque no lo parezca, en las fosas oceánicas existe vida marina, como por ejemplo los moluscos. 

Esquema ilustrativo que muestra un margen convergente de tipo oceánico-continental.
La litosfera oceánica subduce por debajo de la continental, dando origen a un arco volcánico
continental (1, 4 y 5) dentro del continente, y a un prisma de acreción (2 y 3) lleno de
sedimentos acumulados en la fosa oceánica. Este proceso conlleva
una intensa actividad sísmica (6) (Fuente).

Las fosas se forman en las zonas de subducción, lugares de la corteza en la que convergen dos placas litosféricas. La de mayor densidad se introduce (subduce) bajo la otra. El resultado es una gran depresión en el suelo submarino. Las zonas de subducción están asociadas a una intensa actividad sísmica producto de las tensiones, compresiones y rozamientos de las dos placas. Los grandes terremotos y los tsunamis de Japón e Indonesia están causados por este fenómeno. Al penetrar en el magma, los materiales de la placa que subduce se funden y, más ligeros, ascienden formando volcanes.

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